miércoles, 23 de marzo de 2011

Todos los niños tienen talento

El método Suzuki se fundamenta en que los niños pueden aprender a tocar un instrumento musical de la misma manera en que aprenden a hablar su lengua materna; escuchando, imitando y repitiendo.

Shinichi Suzuki, su creador, era un violinista, educador y filósofo japonés. Consideraba que desde su gestación los niños están constantemente estimulados por sonidos como los latidos del corazón, la voz de la madre y sonidos externos: ruidos, voces y la música del ambiente.La filosofía suzuki concibe la música como parte integral del desarrollo del niño. La meta no es crear músicos profesionales, sino también formar seres humanos con valores como la perseverancia, el afán de superación, y la confianza en sí mismo.

"Todos los niños del Japón hablan en japonés, ¡vaya sorpresa! Cuando súbitamente me vino esa idea quedé pasmado. Todos los niños del mundo se expresan en su lenguaje vernáculo con la mayor facilidad. ¿No es indicativo ello de su asombroso talento? Pero nadie se impresionó con el descubrimiento. Me di cuenta luego de que todo niño puede adquirir destrezas superiores siempre y cuando se les enseñe con los métodos adecuados."




La música desarrolla la memoria, la autoestima, la concentración, la coordinación, la socialización y ,sobre todo, la sensibilidad. Se dió cuenta que los niños tratan de imitar lo que escuchan, repiten, memorizan palabras, gestos, comportamientos y así aprenden. Aplicó estos principios de aprendizaje a la música y dedicó su vida a desarrollar el método que llamaba “Educación del Talento”.

El talento no es entendido como algo innato, sino como un potencial enorme con el cual todos los niños nacen y que se puede desarrollar a un nivel muy alto dentro de un ambiente estimulante. La educación convierte el potencial en talento para la música o cualquier disciplina.

¿Por qué aprender música?

- Beneficios en el aprendizaje

La educación músico-instrumental desarrolla el sentido del ritmo, lo que proporciona al niño un mejor sentido del equilibrio, lateralidad y motricidad.

El desarrollar el oído no sólo sirve para el estudio de la música, sino para el resto de su formación intelectual. Suzuki sostiene que un niño que “oye mucho y bien”, que sabe escuchar y discriminar entre distintos sonidos y tonos, capta mejor los mensajes en la escuela, aprende con más facilidad y llegará a dominar su idioma antes que los niños no educados musicalmente.

- Beneficios en la personalidad del niño

El trabajo musical contribuye a la autoestima del niño, a valorar sus destrezas, le permite actuar más seguro de sí mismo, independiente, al aceptar desafíos y al reconocer su valor personal, puede ser más tolerante frente a sus limitaciones y frustraciones. Aprender a tocar un instrumento musical implica persistencia y el esfuerzo por intentar hacer cosas difíciles, cualidades tan necesarias en todos los aspectos de la vida.

- El papel de los padres

Son considerados los mejores maestros, aunque no tengan ninguna preparación académica para ello. Su tarea es apoyar, amar incondicionalmente y elogiar los esfuerzos de
sus hijos, lo que le dará al niño la seguridad que necesita para desenvolverse en la vida.

Podemos decir que no se trata de hacer de nuestro niño un músico con futuro, sino darle la oportunidad de explorar, aprender y disfrutar de la música, sin llegar a sobreestimularlo, los niños pueden desarrollar sus talentos tanto en la música como en otras artes, ellos son los que finalmente nos demostrarán sus habilidades, sus preferencias y su disposición para aprender cualquier disciplina.

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