El trabajo experimental en Educación Infantil.
Las ciencias y el trabajo experimental en Educación Infantil, normalmente, no se tienen demasiado en cuenta. Debemos tener en cuenta que los niños y las niñas suelen hacerse preguntas cuando interactúan con objetos o hechos del entorno, desarrollan una actitud investigadora que les permite recoger información y encuentrar respuestas, dentro de su nivel de desarrollo, sobre lo que pasa, sobre cómo pasa, sobre cómo son las cosas y, también, sobre qué cosas son posibles y cuáles no lo son. Después (o simultáneamente) adecuan su conducta a las respuestas obtenidas.
Estas conductas de exploración espontáneas no pueden considerarse actitudes científicas formales, pero son imprescindibles para posibilitar el desarrollo de procesos psicológicos de elaboración científica en edades posteriores.
Estas conductas de exploración espontáneas no pueden considerarse actitudes científicas formales, pero son imprescindibles para posibilitar el desarrollo de procesos psicológicos de elaboración científica en edades posteriores.
En las actividades de exploración y experimentación, los niños se encuentran delante de situaciones que deben interpretar o problemas que deben resolver. Lo que provoca que intenten recuperar de la memoria situaciones o problemas parecidos y establecer relaciones que les permitan resolverlos. Durante este proceso surgen numerosas anticipaciones que el sujeto se formula y que favorecen el aprendizaje.
Aprender ciencias es un proceso que debería conducir a la comprensión del entorno, o sea, que un buen proceso sería aquel que dotase de herramientas que permitiesen descodificar (interpretar) los signos del entorno; y para conseguir este objetivo es imprescindible trabajar y adquirir habilidad cognitiva en una serie de procedimientos como son: observar, manipular, analizar, registrar, comparar y comunicar.
Los docentes tienen una parte muy importante en este proceso, deben animar, transmitir entusiasmo por la exploración y la investigación, despertar curiosidad por descubrir el mundo que les rodea y transmitir el placer de experimentar. Y, también, deben informar cuando sea necesario ayudando a todos y cada uno de los niños a que progresen en la consecución de la propia autonomía y en la consolidación de su autoestima.
Es importante que los niños manipulen materiales, que propongan y hagan experimentos para comprobar sus pequeñas hipótesis, que hablen y discutan las propuestas de trabajo, propias o de los demás y que se habitúen a realizar una recogida de datos del entorno y a interpretarlos. Y, para ello, es necesario fomentar la realización de actividades variadas, que no aburran a los alumnos y les permita obtener resultados signifiativos.
Estos tipos de actividades deben llevarse a cabo en un ambiente distendido y tranquilo que permita la actuación reflexiva y participativa de los niños. No es imprescindible disponer de un material muy específico y técnico, basta con mirar a nuestro alrededor y encontraremos material de desecho de la vida cotidiana que nos permitirá realizar experimentos que nos ayuden en nuestra labor de formar personas curiosas, interesadas en saber, continuamente, y a lo largo de toda la vida, un poco más sobre el mundo que nos rodea.
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